Escribe:
Dr. Daniel Matul
Tomado de Facebook:
En la personalidad de los conglomerados humanos, la cultura acude para socializar al individuo, formar la personalidad y educar a la sociedad. En esta demanda, la ilustración maya, destaca inmenso valor estético-artístico-educativo al complejo conjunto de su ropa, en particular el vestuario de la mujer de notable expresión cósmica.
Su exquisita originalidad impulsa su marcha hacia el porvenir; registra principios cosmogónicos en cuatro principales modelos: Geométrico, Fitomorfo, Zoomorfo y Antropomorfo, el complejo da cuenta de extraordinario colorido. Además de sentido estético, aplica el conocimiento central del universo, con decisión de interpretar mejor las relaciones con la naturaleza, la Madre Tierra y la humanidad, toda. Precisamente, esta luminosa noción eleva la indumentaria a rango de libros, formando gigantesca biblioteca extendida en toda Mesoamérica, denunciando filosofía, idiosincrasia, sistema de valores y personalidad colectiva.
Su remoto origen se encuentra descrito en el Pop Wuj de la manera siguiente: “…..En seguida se pusieron los tres a pintar. Primero pintó un tigre: Balam Quitzé, la figura fue hecha y pintada en la superficie de la manta. Luego Balám Acab: pintó la figura de un águila sobre la superficie de la manta; y luego Mahucutah pintó por todas partes abejorros y avispas, cuya figura y dibujos pinto sobre la tela. Quizás nuevas miradas complejas posibiliten la revaloración del patrimonio cultural mesoamericano, y nuevas ideas fecunden en el respeto a la milenaria, cultura maya.