El Teatro, una aproximación a la vida de Carlos Obregón

obregon 1Por:
Diego Silva y Eslly Melgarejo
Noticiero Guatevisión
Guatemala, C. A.
 
Europa, 1973. Carlos Obregón (Tiquisate, Escuintla, 1944) viajaba con el grupo de teatro argentino Once al Sur, una gira que lo llevó a países como Polonia, Hungría, Croacia, la antigua Yugoslavia, Italia y Suiza.

Estando en Francia tuvo la oportunidad de trabajar en la compañía “Théâtre du Soleil” (Teatro del Sol). Varios años pasaron para que regresara a Guatemala en 1977, en medio de un clima de represión y tensión. Bajo ese ambiente hostil, el arte cumplía una función, y Obregón dirigía el grupo teatro “La Galera”.

En octubre de 1980, en el gobierno de Romeo Lucas García, fue detenido y enviado a los Archivos de la Policía Nacional. Una noche de tortura que bastó para dejarlo con problemas auditivos. La intervención de Julia Vela que dirigía en ese entonces la Dirección de Cultura y Bellas Artes, que con el tiempo se convirtió en el actual Ministerio de Cultura y Deporte. La presión del gestor cultural, Tasso Hadjidodou, y la actriz Norma Padilla, Carlos Obregón salió libre. Permanecer en el país era insostenible y muchos como él decidieron salir al exilio.obregon 2

“Me di cuenta que si yo quería seguir en la línea del trabajo que estaba haciendo, yo ya no podía quedarme en el país porque me hubiera visto obligado a callarme y a no decir lo que tenía en el corazón y en la cabeza, o corría el riesgo de que esta vez, me mataran” cuenta Obregón.

Una semana después viaja a México, donde dirigió el departamento de teatro de la Universidad de Guerrero por dos años. Pero sabía que no debía estar cerca de Guatemala, y decidió regresar a Paris, al Teatro del Sol, pero su faceta como actor se diluía por los problemas auditivos. Entonces decidió trabajar como iluminador y diseñador de escenografía hasta el 2007, cuando se jubiló, “Me era muy complicado estar a la altura de lo que yo quería, así que decidí que era tiempo de retirarme” dice.

Estando en Francia realizó algunas obras de teatro, pero figuró más como iluminador. Un exilio en el que el arte lo mantenía vivo. “La gente piensa generalmente que el exilio, cuando una llega a un país más rico como Francia, le pasan cosas más interesante que finalmente no es tan duro los primeros años, uno no se da cuenta. Después de varios años uno siente que lo que ha perdido, ha sido demasiado grande.

En su carrera como actor, logró realizar alrededor de 80 obras de teatro, entre Guatemala y Francia.

“El teatro es una representación de la vida, es una aproximación de la realidad. En su fuerza está que representa conflictos humanos, conflictos que a veces son sociales o políticos, familiares, pero que tienen una trasfondo de ejemplificación”, dice sobre el qué hacer del actor en el teatro. Una definición que a él le toco actuar, sentir y luchar por no salirse del papel que interpretaba un poema de “Las letanías del Desterrado” de Miguel Ángel Asturias, “Tenía como actor tener que transmitir lo que Miguel Ángel Asturias sintió cuando escribió el poema. Pero nunca imaginé que en la época cuando lo recitaba en Paris, me iba a tocar tan fuerte”.obregon 3

Era actuar un sentimiento que vivía, que le hacía perder el control sobre el escenario, “En el caso del actor una buena parte de su arte es llegar a transmitir un sentimiento pero controlarlo, en ese caso para mí era imposible controlarlo porque estaba ya muy cerca de regresar a Guatemala, y había toda una ansia, una angustia por el retorno”.

Carlos Obregón, a dos meses de volver a Guatemala, ya estaba viviendo el regreso. Durante esos días recordaba todo lo que había pasado, lo que había vivido, “regresiones que distorsionaban ese orden que es vital en el trabajo del actor, que es sacar un sentimiento, reconstruirlo, vivirlo y contarlo”. Al regresar, después de la firma de la paz en 1996, encontró a un país que parecía ya no ser suyo.

Actualmente con 71 años está en Guatemala, pero no vino para quedarse. Cree que no pudiera integrarse más al país, ha habido rupturas dentro de él, como fuera de él que le imposibilitan imaginar que regresará definitivamente, “a mí me robaron mi país, yo no renuncié a él, me lo robaron… yo creo que en Guatemala a todos los guatemaltecos nos están robando al país, a cada momento, nos están enajenando, y esa enajenación es únicamente material. Nos están enajenando el alma, el corazón. Nos están haciendo que nos neguemos a nosotros mismos cuando no somos capaces de ser solidarios con quienes protestan contra el hecho de que nos están robando el país” dice.

http://guatemala.newsi.ng/news/9866-el-teatro-una-aproximacin-a-la-vida-de-carlos-obregn

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