Bienvenidos todos a Jocoltenango. – 1de 3-

JUNIO JOCOL 1Por
Salazar Ochoa
Redacción Cultura
Diario La Hora
Guatemala, C. A.

ENTREVISTA CON JUNIO JOCOL. Desde República de Jocoltenango, su excelentísimo embajador Junio Jocol visitó la redacción de La Hora para hablar sobre sus materiales de exportación Bienvenidos a Jocoltenango (2014) y Las aventuras del Tío Pelos, Pijasso y Sho! (2011), pudimos además conversar alrededor de su particular perspectiva sobre la industria musical.

¿Por qué tratás el tema de la identidad étnica en Guatemala, el ser o no ser indio?

Para mí es una búsqueda fundamental porque creo que hay un grave problema con la identidad del país vaa vos, o sea a nivel individual nos es muy difícil entender quiénes somos y de dónde venimos, a qué pertenecemos y hay un complejo bien arraigado con eso de la sangre indígena, entonces se asume que todo lo que es indígena es inferior y eso en mayor o menor medida todos lo tenemos. Nos pesa ese porcentaje por poco o mucho que sea y en mí hay una búsqueda, una necesidad de buscar esa riqueza de lo que tiene esta cultura que aunque digamos que no la tengamos; estamos bajo una crianza que está bastantemente influenciada por la cultura indígena o sea la comida, la ropa, el hablado tiene muchos tintes de lo indígena, pero nos programamos para ignorarla o para rechazar todo lo que tiene que ver con eso. Es esa búsqueda constante del guatemalteco de blanquearse, de ladinizarse, entonces ahí se pierde mucha riqueza cultural y de identidad y en la música eso es lo que falta. El matrimonio entre esa mixtura de razas que hay, la aceptación de eso para que haya un sonido con identidad y como más propio del lugar.

¿Y los políticos o funcionarios públicos, ellos qué hacen en tus canciones?

Ese es un tema difícil vos porque la onda de la política es una onda así hoy más que nunca o talvez por el fenómeno del internet o alguna otra razón pareciera ser que política es sinónimo de malas palabras, o sea no se concibe un político decente y pareciera ser un mal social ya no solo de nuestro país…

Eso te iba a decir, si los funcionarios públicos son un asco y ellos son un reflejo de la sociedad en la que están inmersos entonces nosotros también… tenemos qué ver con todo eso.

Yo creo que sí, porque la sociedad permite y refleja. Se resume a una cuestión de que la ambición va delante de todo. Nos enseñaron, nos programaron desde pequeños a que éxito es igual a poseer bienes, riqueza y posición social. Eso se pone por delante de cualquier otro tipo de cosas y la gente o todos hacemos un montón de cosas que no nos damos cuenta de que son cosas corruptas y lo señalamos únicamente en la clase política que simplemente son ciudadanos que ejercen una posición de autoridad pero que están haciendo lo mismo que viene haciendo todo el mundo. Talvez nos duele porque creemos que ellos deberían ser líderes o ejemplos a seguir, pero la sociedad en general tenemos muchos antivalores que promueven este tipo de actitudes de que hay que enriquecerse a como dé lugar.

¿Cómo lo vivís a nivel personal? El conflicto que planteás… o no sé si es un dilema sobre el músico que quiere vivir del arte y lo que él mismo produce al estilo de “La guitarra” de Los Auténticos Decadentes

La onda del músico, vos sabés… uno quisiera vivir del arte que le llaman vaa vos o de lo que sea que uno haga, de lo que a uno le gusta. Por supuesto que a mí me gustaría vivir cien por ciento de ese rollo y en mi caso siempre está ese miedo que tampoco quisiera ser un músico profesional, ni académico ni de industria porque ya ver la música como un trabajo de todos los días, concierto y eso no me llama mucho la atención.

Acerca de Culturales de Maco

Notas culturales compartidas y creadas por Marco Monzón, y colaboraciones para compartir desde la cultura, el arte, la espiritualidad y la tradición católica. Comparte ademàs, notas culturales de medios de comunicaciòn.
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